dilluns, 3 de juny del 2013

1-2 de junio: II Raid Sierra de Segura (Santiago - Pontones - Jaén)

 
 El campeonato de Andalucía de Raids aconteció muy cerca de nuestras tierras, en la Sierra de Segura, un desconocido Parque Natural por estos lares que nos descubrió toda su belleza: infinidad de ríos, montañas y prados, que nos hicieron disfrutar de lo lindo a los raiders.

Se nos presentaba un raid del estilo lineal - hacer mejor tiempo, más físico (frente a los raids estilo nube de balizas - hacer mejor puntuación, más estratégico). La orientación fue de pura alta montaña, bien diferente de los raids a los que estamos acostumbrados hacer por entornos más antropizados.

El resultado fue uno de los raids mejor organizados y serios en los que he participado hasta la fecha, con unos trazados muy bien escogidos garantizándonos las mejores vistas de la zona.

El equipo del que formé parte fue todo un lujo, liderado por Tarí, el experto orientador y montañero, con experiencia en el Himalaya, Andes, Elbrus y un sinfín de rutas espectaculares. Fue una suerte formar parte de su equipo y pude aprender muchas cosas de un raider acostumbrado a la categoría élite.

Frente a la experiencia de Tarí, tuve suerte de tener como compañero a Mario, un futuro élite que mientras va cogiendo experiencia en la categoría Aventura. En relativamente poco tiempo se ha puesto a la altura de los más fuertes del Club y vino a este raid con ganas de demostrarlo.

1ª sección: orientación urbana

Tarí y yo empezamos el raid con una sección urbana por Santiago de la Espada, con alguna pequeña imprecisión, salvamos la sección fácilmente y pude disfrutar viendo orientar a Tarí sin brújula y con mucha intuición.

2ª sección: trekking

Me tocaba orientar en la compañía de Mario. Por un momento casi salimos al revés, ya que pusimos el mapa empezando por la siguiente transición. Los símbolos de las transiciones eran iguales y me despistaron durante todo el raid.

Superamos muy bien la salida del pueblo (siempre situación muy compleja) y fuimos encontrando las primeras balizas por el camino con bastante sencillez, bordeando el río Zumeta y la Sierra del Almorchón. Seguimos remontando el Barranco de Navas, donde buscábamos un espolón. Aquí tuve mi primer error  confundiendo una vez más vaguadas y espolones y acabamos en el espolón que no era, al igual que medio raid que estaba perdido allí. De ahí tocó ir campo a través hasta Cañada Hermosa, donde un mal dibujo del paso obligatorio nos hizo desorientarnos unos minutos. Y de nuevo, nos tocaba ir a rumbo cuesta arriba hasta una caseta, y campo a través, sin más punto de referencia que la brújula y la casa que a ratos se veía (tuve sensaciones de orientación en alta montaña que hacía tiempo que no tenía).

Las espectaculares vistas a 1658 metros nos dejaron sin aliento en esa caseta y cogimos senda, pues ya solo nos quedaba bajar. Una baliza nos encaraba a la vaguada final que nos llevó a Poyotello, transición y descanso para mi mientras Tarí y Mario hacían la bici hasta La Toba. Llevábamos el tiempo promedio de la organización, no iba mal la cosa.

4ª sección: natación + trekking

Después de la sección de bici, bastante técnica al parecer, y con "aventura" de Mario al perder el chip sportident y recuperarlo milagrosamente, Tarí y yo seguíamos por carretera hasta llegar el Embalse de las Anchuricas en La Toba. Mientras Tarí cargó con todos los trastos en una bolsa estanca (menos mis zapatillas, que las tuve que llevar puestas) y cruzaba el pantano, yo tenía una baliza extra en un lateral del embalse. El agua estaba tan congelada que no podía nadar a crol y escogí la braza para poder llevar un ritmo constante. Dos balizas picadas y vuelta al pueblo, bien frescos y aliviados de las altas temperaturas que hacían.

5ª sección: trekking

El "trekking potente" del raid, como lo denominó la organización, fue gestionado por Mario y un servidor. Unos 17 km y 1000 metros de desnivel nos esperaban. Cruzamos La Toba y enseguida cogimos el sendero que nos hacía subir 400 m en poquísima distancia rodeando el Alto de Marchena. En un espolón espectacular nos esperaba la baliza (el trazador ha tenido mucho gusto escogiendo las vistas), para llegar al Puerto de Marchena, donde rodearíamos la montaña por el otro lado.

Íbamos a buen ritmo, y lo mismo íbamos a paso militar que nos daba tiempo a contarnos la vida y las paridas de rigor. El siguiente paso era El Collado del Retozar, con avituallamiento incluido. A partir de aquí se complicó la cosa, cogiendo una senda dentro de una de las ramblas de la zona, una senda intrincada y que se perdía por momentos. A partir de la ruina se complicaba aun más, con una buena ración de desnivel y un sendero que casi se intuía. La siguiente baliza estaba en una encrucijada de caminos, pero una vez alcanzada, solo nos quedaba descender a lo Kilian Jornet por una vaguada muy marcada. Ya se veía el valle, fuímos a la baliza de la fuente y entrada triunfal en el pueblo, bien acogidos por jóvenes locales y nuestros raidermaníacos.

Una sección larga, dura y espectacular de las que recordaré mucho tiempo.

 

6a sección: la maldita sección de los patines

Nos levantamos el domingo con la idea de hacer todas las balizas e intentando hacer un buen tiempo, pero una serie de incidencias dieron al traste todo. Casi llegamos tarde a la salida en Pontones, se me olvidó el casco, fuimos sin bastones y lo peor aun estaba por venir. La moderada cuesta arriba obligaba a imprimirle mucha fuerza a los patines, pero yo no podía, el izquierdo se me torcía sin control y no podía subir, quedándonos regazados a la cola del pelotón. Después de parar comprobé como llevaba el rodamiento mal ajustado y así no podía seguir. Por consiguiente, fuimos penalizados con tres puntos por no picar la baliza y se acabó el sueño de estar en la parte alta de la clasificación.

Llegamos corriendo a las Fuentes del Segura y a continuación, sección de bici hecha por Mario y Tarí. Hablamos en hacer yo la bici, pero ya estaban los planes hechos y la bici de Mario preparada.

8a sección: trekking, escalada y rápel guiado

Una vez superada la sección entre las Fuentes del Segura y Don Domingo, nos encaminamos al nacimiento del Río Muso, Tarí y yo con la sección a pie. Mientras Tarí iba a lanzado yo iba a remolque, un poco cansado pero con fuerzas suficientes para aguantar. 

Otra vez tuvo el detalle la organización de refrescar la carrera, con un recorrido a través de la Rambla de los Cuartos, hasta la zona de pruebas especiales. Mientras yo esperé un buen rato a hacer el rápel guiado (una mezcla de tirolina y rápel), Tarí fue a escalar. No hubo problema para superar las pruebas y encaminarnos sin más a la transición.

9ª sección: orientación específica

Sección que debería de estar presente en todos los raids. Tarí y yo teníamos recorridos diferentes y solo la última baliza era común, donde debíamos llegar antes de 40'. Yo intenté quemar mis últimos cartuchos. Completé un par de balizas por la ribera sin problemas, para comenzar a remontar la montaña buscando un hueco en la barrera de roca de la cima. Me quedaban dos balizas, una en una vaguada fácil y la otra en otra vaguada, yendo a curva de nivel. En una sincronización perfecta, llegamos Tarí y yo a la vez a los 27'. Muy buena sección.

META

Tarí y Mario tuvieron el honor de llegar a la meta, completando el Run & bike y el Sky tándem sin problemas. Al final hicimos un grandísimo papel, con buenísimos tiempos y solo la sombra de esa baliza que no picamos por mi culpa. Para concluir, me gustaría poner aquí la acertada reflexión de Alberto nuestro Presi e ideólogo, que resume muy bien todas estas cosas que pasan en los raids:

"Siempre que llego a casa, mi cabeza comienza a dar vueltas con los YSIS. Y si hubiera ido aquí, y si hubiera hecho esto, y si hubiera hecho lo otro, y si no se me hubiera roto la bici, pinchado, roto la cadena, el patín, cogí el kayak equivocado, la otra vía de escalada era más fácil, había mucha cola en la tirolina, hubiera salido bien del pueblo...hubiera visto la maldita senda que no se veía de noche, hubiera llegado de día,...hay tantas cosas en un Raid... Lo que tengo claro, es que a los primeros, ya sea por suerte o por lo metódicos que son, no les pasan todas esas cosas. Van directos a la baliza (saben orientar), no pinchan sus bicis( llevan tubeless), no hacen la barca nadando (entrenan la natación y el kayak), no rompen patines (conocen su material), llevan siempre un ritmo constante... Como no nos dedicamos a esto, pienso que debemos aprender de nuestros errores y mejorar día a día para que esto nos dure mucho tiempo con los amigos. Seguro que estamos de acuerdo".