Primero me tocó elegir zona, escogí las Lagunas de Rabasa, y una vez hecho el mapa base con ayuda de Leandro, empezaron tres semanas de trabajo de campo a destajo, visitando cada metro de la zona y corrigiendo el mapa hasta dejarlo perfecto. Es una experiencia intensa que recomiendo a todo aquél que le guste la orientación.
Mientras, entre Lean e Inés iban moviendo la máquina logística de la Jornada vía facebook, web, atendiendo dudas, dando información, creando expectación... Con un apoyo tan grande de mis compañeros raidermaníacos cualquier cosa es posible, y así se llegaron a los 47 participantes.
Antes de echar a rodar, la semana anterior me dediqué a crear y corregir recorridos con la ayuda de Julián, Javi, Inés, Ester y mi hermano Iván, analizando las críticas y mejorando recorridos hasta que dimos con el trazado ideal.
El día de la Jornada tocó recoger lo sembrado, comentamos los apuntes que yo había elaborado, analizamos el mapa y comenzamos a dar salida a los alumnos. Las sensaciones de los corredores al llegar a meta eran muy buenas y recibimos muchas muestras de agradecimiento. Todo el trabajo hecho ha valido la pena y nos anima a seguir desarrollando actividades de este tipo.
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