En la zona de La Canalosa, Hondón de los Frailes y Barbarroja, pudimos disfrutar de un variado raid con cuatro secciones: bici, pie, patines y pruebas especiales. Con mi compañero de batallas Julián acordamos hacer unas 3 horas de bici, 3 de pie y dejar los patines y pruebas especiales para ir flexibilizando el tiempo.
Sección de bicicleta: a pesar de orientar a la perfección, nuestro ritmo era muy lento y yo tenía que esperar muchas veces a Julián, lastrado por una bici que ya está mirando de cambiar. Fue encantador picar la 35 en el nacimiento del Río Chícamo, para lo cual Julián no dudó en mojarse las zapatillas. Una vez picada la 39, fuimos paralelos a la Rambla de Carelas, que nos llevaba directos a la 31, después bajamos a la 33, y después de una interminable 37, decidimos volvernos, íbamos camino de las 4 horas e íbamos lentísimos. Así, volvimos por carretera hasta La Canalosa.
Sección de pie: decidimos hacer un bucle corto, ya que no daba tiempo a más. Subimos un espectacular espolón para picar la 44, un poco de campo a través hasta la 47 y a cerrar el círculo con una curiosa cueva en la 42 y un 48 para rematar.
Sección de pruebas especiales: todavía nos quedaba un pico de tiempo que dedicamos a hacer las pruebas especiales. Las palas fueron desastrosas, pero la comba y la memorización más carrera de sacos fue bien. Nos tocó la campana haciendo un juego de ingenio que no resolvimos...
Como resultado, tuve muy buenas sensaciones orientando, a pesar de la noche, y me encontré muy bien físicamente. Fue muy buen entrenamiento para la segunda parte de la temporada tan intensa que comienza.
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